27/5/08
Despedida
22/5/08
El anillo
Que muy poco te hablo...piensas, que te he olvidado...
Que sabes muy poco ya de mí...
Posiblemente más por curiosidad, que por malestar o inquietud...
Que me olvidé del amigo, dices y del compañero.
Pero no es eso, lo que me arrincona, lo que me aparta.
¿Piensas ya en compañerismos? (¿conmigo?)
Y casi no lo creo, ¿cómo pudo ser?
Como si hubiese sido ayer que nos conocimos.
Provisionalmente, no puedo distinguirte como un extraño,
No te encuentro, no te percibo...
¿No entiendes que no hay nada que puedas ocultarme?,
Ni nada hay que no sepas ya de mí...
Mira mi dedo, ¿observas lo que orgulloso luce?
Es aquel anillo, ¿lo recuerdas?
Aquél que fue símbolo de unión y pacto...por un tiempo...
¿Cómo olvidarlo? me dices...observando la tuya...
...Que sólo una pequeña e imprecisa marca expone en su lugar...
De algo que estuvo y ya no está...
¿Cómo ser tu amiga? Cuando aún te quiero...
¿Cómo ser tu amiga?
Si aún aquel pacto no he podido olvidar...
Por que aún te quiero.
Agonizante
...Por eso decidí no recordarte.
Intento de mil formas que al cerrar mis ojos, no aparezcas entre mis párpados vencidos, pero tu silueta me seduce y me atrapa...
...Por eso persevero en mi lucidez.
Ensayo palabras que al hablarte no suenen reprimidas y no demostrar que estoy totalmente destruida, pero al solo escucharte no puedo evitarlo y ellas me delatan.
...Por eso decidí en silencio disiparme...
Procuro intensamente no implorarte, pero mis nostalgias y mis tristezas corren desesperadas a buscarte...
...Por eso me reservo mis apegos.
Asimilo tus silencios y tu amor extinguido...Aprendo de tu ausencia y de tu sosiego...Me formo en soledad y letargo...Sondeo el conflicto que trae a mi alma, tú perpetua renuncia...Sin recordarte...Sin soñarte...Sin verte...Ni esperarte...
...Disipada...Sin apegos...
De principio a fin agonizante.
Tortura
Amor tortuoso que engañas cuando quieres
Sin darte cuenta que a mi alma despedazas
Tú que indiferente a mi corazón hieres
Cuando te antojas lo tomas y lo enlazas.
Entre cuerdas de ilusiones lo articulas
Para engañarlo formalmente hasta que muere
Y observando con descaro tú procuras
Que mi alma sin resguardo se me quede.
Abigail
A pacible y callada saliste de mí un día,
B ien costoso del cielo, a mí entregado,
I lusionando mis manos ya entendidas.
G rata a los ojos, tu imagen se mantiene
A utora de miles de sonrisas mías
I ngeniosa Y sosegada así todo lo obtienes
L levándome a un mundo de hermosas fantasías
A mi hija...
18/5/08
Inseparables
Ésta es una relación no de dos amigas...sino de tres...que habían entrelazado sus vidas como un fuerte cordón, a pesar de las diferencias y disimilitudes de caracteres. Habíamos aprendido a respetarnos y aceptarnos tal cual éramos...Nuestros hijos crecieron juntos y a la vez son amigos unos de los otros...que virtud el tener amigas, sin ellas mi vida carecería de color y mis tristezas fueran menos llevaderas, una a mi mano derecha y otra a mi mano izquierda...
Hoy doy gracias por levantarme tan temprano...lo que me llevo guardado en el corazón (y en bolsillo), bien valió la pena el sacrificio..En este escrito me faltó una amiga......Pero esa puede ser otra historia...
14/5/08
Abstinencia
El agobio y el tormento, retozan en mi yo interno
Confundidos y aturdidos, tropiezan mis pensamientos
Que ya no saben que hacer, con este bullicio adentro
Enmarañada yo busco, salida y entendimiento
Pensando pierdo las horas, ideándome algún invento
Que acabe de una vez por todas, con este inmenso cuento
Que deambula temeroso y no deja el movimiento
Me marea, me trastorna, y hasta estoy dando descuentos
En los besos y los abrazos y hasta las caricias presto
A este ser imaginario, que rodea mi contexto
Que envuelve mi soledad y ante todos me evidencio
De la gran falta que me hace, tener un amor al momento
Que consiga darle al cuerpo, un gran estremecimiento
Y pueda haber entre nosotros, ese buen acoplamiento
Que nos permita estar juntos, sin evadir casamiento
Perfectamente sabe Dios, que me conoce desde adentro
Que si hasta ahora he estado, sin darle comida al cuerpo
(No de viandas, ni bandejas, de eso, no es mi impedimento)
Es solo porque es mi padre y como tal lo respeto
Pero quiero decirle, que en este entorpecimiento
Me di cuenta que en esta área tengo poco rendimiento
Por eso quiero pedirle que ante mí haga un juramento
De conseguirme prontamente acabar con este tormento.
10/5/08
Antagonismo
Antagonismo.
Contrariedad, rivalidad, oposición sustancial o habitual, especialmente en doctrinas y opiniones
Sinónimos:
Disconformidad, discrepancia, disparidad, enemistad, incompatibilidad, oposición, rivalidad
La opinión de un experto
Por: Alfredo Zambrano G.
Antes de entrar de lleno al tratamiento de este tema, quisiera dar una importante concepción de lo que es el antagonismo. Así se define en cualquier diccionario moderno: Contrariedad, discrepancia, disensión, rivalidad, enemistad, oposición, rechazo y ataque.
Señales de una persona antagonista:
Sobre la base de las definiciones antes expuestas, podemos señalar las características básicas de una persona antagonista:
Es un ser integralmente insatisfecho.
1. Comúnmente manifiesta ante la vida actitudes de rivalidad y oposición.
2. Muestra contrariedad y discrepancia ante todo aquello que legítimamente le aprovecha.
3. Es intolerante; es decir, manifiesta actitudes agresivas y hasta violentas hacia las personas que difieren de sus puntos de vista.
v Se opone, rechaza y ataca toda invitación a establecer la paz, la justicia y la verdad.
4. Carece de sentido de fidelidad. Por ejemplo, no armoniza con la Visión-Misión de su organización, ni con los grupos en los cuales supuestamente se integra.
5. Su mejor arma: la crítica y el chisme. Cuando habla, genera toda clase de disensiones, rivalidades y división.
6. Llega a convertirse en un elemento de tensión y contrariedad en cualquier equipo de trabajo.
Busca más en este vinculo:
http://www.fulvida.com/pensamiento/principios-para-no-ser-destruidos-por-el-antagonismo
Después de investigar profundamente quedé conforme con lo que descubrí: NO, DEFINITIVAMENTE NO practico el antagonismo...todo lo contrario (y aquí cabe la redundancia), pero me inquietan las personas que viven inconformes con todo lo que les rodea, que no encuentran nada agradable en la vida, en la gente. Sabemos que existen cosas malas, personas desagradables, ¿pero acaso no es más fácil dejar pasarlos inadvertidos?
Hay personas que tienen tremendo potencial, que pueden ser ángeles en algunos momentos, principes en otros, son especiales, inteligentes, y aún así deciden ser infelices.
9/5/08
A todas las mamás
Salí del baño después de darme una rápida ducha, mientras secaba el agua que se deslizaba por mi cuerpo, fui dándome cuenta casi sin querer, de algunas cicatrices que tengo sobre él (que ya sabía que estaban allí, pero no fue sino hasta hoy cuando profundicé en cada una de ellas).
Me detuve frente al espejo y vi como me había abandonado aquella piel joven que acompañaba mi mocedad, aunque aún conservaba la suavidad de antaño.
Pasé mis manos por mi vientre experimentado en amparar vidas, ya no estaba tan plano como hace unos años atrás y a pesar de que una triunfadora curvatura vencía aquella planicie, no me preocupé, ni siquiera me irrité por ello, más bien sonreí presuntuosa.
Agradecí a Dios por la dicha de crear a través de mí cada una de las vidas de mis cuatro hijos (ahora ya crecidos), los recordé pequeñitos, cuando dependían tanto de mí, para comer, asearse, cuando no había nada mas importante para ellos que mi proximidad, volví la vista años atrás, cuando al regresar de la oficina y abrir la puerta de mi casa, eran esas enormes sonrisas las que hacían desaparecer cualquier problema adquirido en el trajinar del día, las mismas que me hacían desistir de mis temores, las que me daban fuerzas para continuar a pesar de las privaciones, esos ojos alegres que me entregaban tanto en una mirada.
Observé en mi vientre, aquellas marcas producto de mis deseos saciados de pasar mis uñas en esa abdomen que se expandía sin parar, lo cual promovía una comezón tan deliciosa, que imposibilitaban resistirse a esas ganas, a pesar de las advertencias de mi madre de evitarlo a toda costa (debido a las consecuencias que hoy presento), esto, tampoco me incomodó.
Una huella en particular llamó la atención de mi mirada, medía alrededor de diez centímetros y estaba cerca de la línea del bikini, diminuta, oculta, tan misteriosa, pasé mi dedo índice sobre ella y reviví aquellas remembranzas del arribo a mi hogar, de esa minúscula criatura de cuarenta y seis centímetros que fue la causante de haber dejado esa marca en mi cuerpo como señal de su paso a través de mi, mi hija menor, mi beba, la que aún depende un poco de mí.
Entregué toda mi atención a mi cintura, y vi que ya no era tan precisa y estrecha como antes, recapacité en el transcurrir de tiempo, que a pesar de no darme cuenta (y de que mi espíritu es muy joven) habían pasado muy rápido y mi cuerpo era evidencia ineludible de su paso en mí y a través de mí.
De pronto mi inquisición se desvió hacia la parte superior de mi cuerpo y reconocí a mi pecho a pesar de lo transformado que estaba, parecía exhausto, extenuado, debilitado de tanto darse, de tanto sustentar, de tanto nutrir. A pesar de eso me agradó su atrevimiento al reaccionar ante mis manos, aún tenían vida, a pesar del desgaste, aun no temían mostrarse, me contagió su confianza y seguridad.
Esas son las heridas, marcas y estragos que dejaron mis hijos en sus batallas para venir victoriosos a este mundo.
Disfruté enormemente cada uno de mis embarazos, aún después de las secuelas que dejaron en mi cuerpo.
Ya mis hijos no son aquellos que recuerdo en mis remembranzas, crecieron y con ese crecer, se fueron sus ingenuidades y aquel apego incondicional, simplemente se “despegó”. Ahora les molestan mis preocupaciones, mis anhelos de bienestar hacia ellos, mi negar rotundo a que pasen por los mismos menesteres y desventuras, les enfadan mis consejos (que evaden con pericia, con destreza), pero ya no puedo obligarlos, yo los instruí, los eduqué para el bien, pero son ellos los que a la final deciden cual camino escoger y recorrer, ellos tomarán las riendas de sus vidas; ya sea para bien o para mal. Sea cual sea la decisión que tomen, allí estaré yo para apoyarlos, consolarlos o alentarlos. Entendí hoy, en ese mirarme en el espejo, que eso es ser madre.
Tengo aún a mi beba (esa misma que dejó la marca más grande de todas), pero ella también será independiente, aspirará hacer su vida y entonces le seré incomoda, fastidiosa, quizás obtendré de igual forma de ella, escasez de respuestas, de palabras, de abrazos y abundancia de soberbias, desaires e irreverencias. (Aunque quizás me pueda sorprender). Mientras, la disfruto, mientras dure su inexperiencia y candidez.
Los hijos a veces olvidamos en nuestra adolescencia y juventud lo que es el honrar a nuestros padres, esos seres que nos engendraron, esa madre que nos dio albergue nueve meses en su barriga, a la que le ocasionamos malestares, a la que le trastornamos el cuerpo y la vida; esa que cuidó de nosotros en las noches de enfermedad, la que dejó de comprarse algo importante y necesario para sí, por comprarnos algún juguete que nos alegrara el rostro y el corazón.
Hoy, madre mía, te entiendo tanto, todas esas lágrimas derramadas por mi causa, ahora las comprendo, a cada una de ellas; lástima que ya no puedo enjugarlas, ni evitártelas.
Solo puedo agradecerte madre mía, la estructura que haz puesto debajo de mí, para que pueda resistir en mi extenuación, así, como lo hiciste tú, ¡resististe! ¡Sobreviviste!
Y aún hoy con mis cuarenta y un años, estás allí a mi lado. A pesar de mis desaires e ingratitudes. Permaneces fiel, después de que se marcharon aquellos que juraron por mí, amor eterno y sincero, madre mía son tan pocas estas líneas para agradecerte el que secaras las lágrimas que hoy derramo a causa de los míos.
Hoy madre mía, al mirarme en ese espejo, me di cuenta, de que soy un reflejo de ti en el; ojalá hubiera sido mejor hija, hoy, no me bastarán los años que me restan, para demostrarte todo el amor que siento por ti.
Hoy, pude darme cuenta de muchas cosas, a través de esas heridas, que llamaré, heridas de amor, que quizás a más de un caballero les parezcan desagradables; quizás mas de uno solo busque en mí, uniformidad y firmeza (que por no encontrar huirá apresurado).
Es muy probable que me sea difícil (mas de un poco) encontrar a ese hombre que me valore precisamente por lo que significan cada una de ellas en mi piel y aún con ellas logre enamorarse y amarme.
Ese hombre tiene que ser alguien muy especial; para que pueda darse cuenta de que soy algo más, de lo que puede ver a simple vista.
Tan excepcional que podrá ver mas allá de mis ojos gastados y logrará encontrar mi mirada sincera.
Tan extraordinario que se adentrará en mis pechos fatigados y logrará conquistar mi corazón.
Un hombre tan único y exclusivo que observará a través de mis arrugas y aún en ellas encontrará mi inocencia.
Un hombre tan asombroso que echará un vistazo más allá de esas heridas, marcas y estragos en mi cuerpo y verá en ellas toda mi hermosura.
¡¡¡FELIZ DÍA!!!
8/5/08
Dime qué hacer
¿Cuando los recuerdos que aún subsisten no me alcancen?
¿Qué inventar con mí deseo de amarte?
¿Qué hacer amor, dime qué hacer?
¿Me escondo entre el crepúsculo de tus besos?
¿Me oculto detrás de mis anhelos?
¿O me abandono en el olvido de tu amor?
¿Qué hacer cuando se me extinga el ímpetu que conserva esta ilusión viva?
¿Qué hacer cuando tus aprensiones se vayan y te dejen libre al corazón?
¿Qué hacer con este amor desaprovechado que se dispersa como agua entre los dedos?
¿Empaco mis quimeras, mis apegos, mis angustias?
¿Para iniciar el éxodo en el agotador tren hacia el olvido
Con pasaje en primera clase en el dolor?
¿Dime qué hacer vida de mi vida, dueño de mi amor, arquitecto de mis sueños?
Diseñador experto de todas mis sonrisas
Dime que hacer con tanto amor…
Amor…solo dime que hacer…
5/5/08
El costado de la casa de mi padre
Me imaginé viviendo en la casa donde pasamos las vacaciones en los Valles del Tuy (casa paterna). La misma está ubicada en lo alto de una colina, rodeada de una verde vegetación y en donde la brisa fresca aparece ya casi al final de la tarde, como para refrescar la tierra del sofocante calor que allí reina.
En compañía de mis hijos me traslado hasta esas hectáreas de tierra para pasar varios días al año y descansar de la ajetreada agenda, huir del tráfico, la violencia y obtener un poco de paz aquí en la tierra (cosa que solo pienso yo, porque mis hijos si no fuera porque hay un río en el pueblo, ni se acercarían a ese lugar), realmente disfruto estar allí, no voy por el río, ni por la familia que aún conservo allí, voy con la sola idea en mi mente de sentarme al costado de la casa y observar las colinas, las aves volar, las hormigas que juguetean entre la tierra y se trasladan con pesadas cargas a través de los prolongados árboles de mamón o mango.
Me agrada el silencio que encuentro allí, que solo es interrumpido por los exclamaciones de mis hijos pidiendo que los lleve al río, (Sin embargo no entiendo por que siguen insistiendo, saben perfectamente que nada me alejará de aquel encanto) pero es mi padre que como todo abuelo los complace y termina llevándolos al centro de sus anhelos.
Si por mí fuera no saliera de aquella casa, sus habitaciones me parecen confortables a pesar de que aún está a medio terminar y aquella ausencia de toda la comodidad que hay en casa, me hace sentir un poco añeja, primitiva, pero allí esa situación no me molesta.
Me seduce la idea casi chiflada de encender el fogón para hacer las caraotas negras (a mi padre le gusta ahorrar el gas), el proceso de buscar los trozos de leño apropiados para tal fin, trasladarme hasta el conuco a recoger las vainas, abrirlas hasta hacer aparecer aquel grano fresco que muchas veces por lo fresco no es ni negro; o quizás no son caraotas lo que quiero cocinar sino yuca sancochada o frita (la preferida de mis hijos), ir a sacarlas del lugar en que se encuentran escondidas debajo de la tierra, todo ese transcurrir de cosas me atrapa, me enamora.
El placer de sentarte debajo de un árbol y que éste te alimente, con dulces mamones, cerezas, mangos o parchitas, ver como la tierra es tan fructífera y te ofrece de sus entrañas algunas de sus creaciones; eso me hace imaginar estar en un paraíso donde no dependes en nada de terceros para poder alimentarte. Solo la tierra, la lluvia, el sol y el trabajo esforzado que por supuesto hace mi padre día a día para que eso sea de esa manera (gracias doy a Dios por mi padre, resplandeciente ejemplo de hombre honrado y trabajador).
¡Oh! definitivamente esa vida me magnetiza.
A pesar de mi resistencia tengo algunas veces que ir a visitar a mis tías, tíos y primos (muy a pesar de mis deseos de quedarme), pienso determinada, solo serán algunas horas, pronto regresaré a mi lugar favorito, el costado de la casa de mi papá.
Así transcurren varios días que se convierten en semanas, mientras me siento radiante y totalmente absorta en mi embriaguez por aquel lugar.
La casa no está tan cerca del pueblo, caminando, más o menos son como treinta y cinco minutos (eso es si vas bajando, porque la cantidad de minutos se duplica cuando empiezas a subir de regreso).
En este pueblo no hay bancos, centros comerciales, farmacias, ni cybers, ni tecnología, allí los celulares tienen poca o nada de cobertura y cuando logras conseguir un sitio donde te “agarre” la señal, deberás hacer maromas como: subirte a un árbol, una reja, o en un cuadrado casi perfecto de cincuenta centímetros por cincuenta centímetros, de donde no deberás moverte después que encuentres el celestial lugar exacto donde puedas hacer una llamada, en la que deberás hablar muy rápidamente para impedir que el mensaje quede a medias y tu interlocutor se pregunte en que hueco del planeta te encuentras metido.
Como todo pueblo pequeño, la gente es curiosa y chismosa, que a la final quiere decir lo mismo (no es que no sea de esa manera en la capital u otra ciudad, es solo que aquí son menos discretos), pero también la gente de este pueblito es amable, solidaria y alegre.
Pero a pesar de toda esa magia que me envuelve en ese lugar no creo poder permanecer más de las pocas semanas que estamos allí.
Llega un momento en que simplemente quiero regresar, es como si la dosis que necesitaba de soledad en un lugar así, estuviera ya totalmente suministrada.
Me gusta la gente, de mi ciudad (que también es un pueblo, pero un poco más grande, mas industrializado, mas moderno), mas acorde a mi estilo de vida, tengo lo que necesito: bancos, centros comerciales, tráfico, fuentes de empleo, colegios, liceos, universidades y un sin fin de otras cosas con las que quizás no podría dejar de vivir. Mi ciudad-pueblo, no es como Caracas, no creo poder vivir en Caracas jamás, pero me gusta de vez en cuando visitarla de pasaditas, sin quedarme mucho, hay muchas cosas en la capital que me gustan, pero no tanto como para mudarme allá.
Creo que ahora puedo volver a realizarme la pregunta anterior, esa que dio inicio a esta historia, ¿podría yo auto exiliarme? ¿Irme donde nadie vuelva a molestarme o herirme ya jamás? Definitivamente, no, no podría vivir jamás en el destierro y mucho menos auto imponérmelo, no sería capaz de vivir aislada de la vida que me rodea, creo que yo necesitaría algo de los dos mundos, no creo poder vivir sin esas semanas en que me aparto de todos, en el costado de la casa de mi padre, pero tampoco podría vivir alejada de todo los adelantos y comodidades.
Solo me iría a un lugar donde haya una ciudad parecida a la mía que Dios la haya además perfeccionando con un mar extenso, azul verdoso y un sol radiante. Un lugar donde pueda tener todo lo que tengo ahora y que al solo asomarme a la ventana pueda observar el océano tan majestuoso, tan solemne, ese sería mi lugar soñado; porque el lugar perfecto siempre será, al costado de la casa de mi padre, donde la desvergonzada brisa de la tarde da contra mi cara para acariciarme.
4/5/08
Un amigo más
2/5/08
1/5/08
Amor profano, Amor sublime
Si ellas vuelven al camino que dejaron al pasar?
¿Porqué creer en palabras escogidas
Que se forman en el aire sin pasar al corazón?
¿Por qué seguir el camino donde siguen las espinas?
¿Por qué no aprender de una vez, que no hay que volver atrás?
¿Hasta cuando esta miseria, de rompimientos y abandonos?
Qué difícil es aprender a perdonar y perdonar.
¿Por qué fuimos creados simétricos, parecidos, parejos?
¿Por qué no dormir en silencios, soledades y verdad?
¿Te dañarías el cuerpo acaso tu mismo?
¿Con alevosía romperías tu corazón sin razón?
¿Y si a nosotros mismos no nos dañaríamos?
¿Por qué no seguir entonces de manera impar?
¿Evitando opiniones y conflictos de intereses,
Rabietas y reclamos sin parar?
¿Por qué extrañar lo que te incomoda,
Lo que te agrede, lo que te invade?
¿Por qué vivir con mentiras, ideales e irrealidad?
El amor profano es ciego, es sordo y además es mudo,
Egoísta, impaciente, mentiroso, no absuelve y
Se adjudica lo que no le pertenece.
Y se proporciona a quien no se puede dar.
Por eso en él es absurdo poderse confiar.
¿Cómo escaparse de caer en sus lazos?
¿Cómo hacer ajustar ese amor con la razón?
¿Para no equivocarse y todo balancear?
¿Podemos hacer cálculos, arreglos, clasificaciones?
¿Para poder lograr atinar certeramente
a distinguir entre las multitud a nuestro amor?
¿Que concuerde un poco en aficiones,
Creencias, devociones y fervores,
Para no entrar en ardides de opinión?
¿Pero acaso eso no sería un poco chocante?
¿Además de tedioso, trágico y cansón?
Porque el amor sublime, aquel, que es el verdadero
A ese no hay quien lo mueva de su gestión,
Ni ardides, ni creencias ni aficiones;
Este amor perdona, olvida, sacrifica, espera,
Cubre, cree, perfecciona, ama y da.
Sufre de amnesia, olvidos y aparte es austero,
Con tan poco se concede, se entrega, se traspasa;
Una mirada, una palabra, un toque juguetón,
Todo lo convence con facilidad.
Ama, ama y solo ama.
Es así como yo te quiero amar.
Sin juicios, discreciones, sin corduras
Amarte, a pesar de tu ponencia,
Amarte sin condiciones ni recelos.
Tal cual Cristo un día a mí me amó
Sin decirme cuan errada andaba en el camino,
Solo me extendió los brazos, secó todas mis lágrimas
sanó mis heridas y con todo lo que hizo
en mi no me puso condición...
-si quieres quedarte mi casa es toda tuya,-me dijo-
-y si quieres irte la puerta abierta está-
-Solo quiero que sepas que por ti di mi existencia,
-yo soy el camino la verdad y la vida-
No lo olvides nunca aquí yo he de estar-
Oh amor divino, si pudieras investirme
Para que al mi amor mirarme pueda verte a ti
Y a través de mis ojos pueda ver tu amor.
Que amemos a Jehová con toda nuestra alma
Que no sea su creencia mejor que la mía
Que pongamos nuestra mirada en el único Jesucristo
Que no nos desviemos de nuestra misión
Que no equivoquemos el verdadero camino
Entre tantos senderos que encontremos al pasar
Así quiero amarte.
Así quiero que me ames.
No quiero más mentiras, ni engaños ni traición
La boca que a mi me diga que me ama
Que esa sea la boca que mi Dios haya hecho hablar
Ato toda lengua que quiera engañarme
Decreto en mi vida transparencia y claridad
Que nadie más traspase esos linderos que hoy pongo,
¡ ya diablo mentiroso no me engañarás!
Sujeto mi vida, mi mente, mi cuerpo,
mi boca, mis deseos y mis pensamientos
a todo lo que dice esa Palabra tuya
en donde me das, tu dominio, tu sujeción y tu paz.
Arma forjada contra mi no prospera
Y todo aquel que ose levantarse en mi contra
Delante de mí caerá.
Hoy soy libre, libre para amarte
Jesús, hoy soy solo tuya...
Mi marido, mi esposo, mi hacedor
Si haz de darme un compañero un día
Escógelo especialmente para mí
Tú sabes lo que realmente necesito
Sabes quien me ama en realidad.
Solo pido que pueda amarte mucho más que a mí
Así estaré segura de su amor por mí.
Dejo esta plegaria hoy en tu Lugar Santo
Al lugar santísimo hoy no pude entrar.
¿Qué cuánto vales?
Los ángeles solo son mensajero de Dios...
Si tienen alas, jamás los he visto con ellas, ni los he visto volando...a través de las nubes...
Esos ángeles “sublimes” aún no los conozco, aunque se que existen, quizás no como los imaginamos...pero existen...
Pero he conocido ángeles que han llegado en el momento justo, para satisfacer alguna necesidad ya sea física, emocional o espiritual...ninguno tenía alas, ni mostraban mucha luminosidad...ALGUNOS DE HECHO PASABAN INADVERTIDOS, pero Dios los envió JUSTO a tiempo para asistirme...
Ese abrazo...el de ayer...para esa chica tu solo fuiste un ángel (mensajero) (que no habló, solo “estuvo”) que hizo lo que tenía que hacer (solo estar)...y ella a su vez...fue otro ángel (mensajera) para ti, te brindó lo que necesitabas en ese instante...Dios usó tu vida para bendecirla...y usó la de ella para bendecirte...ese abrazo... ¡cuanto significó!...tu sola presencia a cuatro metros...¡cuanto significó!.
Dios trabaja de muchas maneras y para ello necesita muchos ángeles (mensajeros).
Tú, querido mío, SÍ ERES UN ÁNGEL, hiciste lo que tenías que hacer...dibujarme sonrisas...
Sé... “PERFECTAMENTE”...cuan humano eres...y lo sé sencillamente... porque sé cuan humana soy yo...ojalá puedas saberlo tu.
No te creas que me engaño... (Aunque sueño), no mido tu valor por lo que posees (que tal vez, solo sean algunas velitas para alumbrarte en las oscuras noches), ni por lo que fuiste, ni siquiera por lo que serás (“He visto al humilde volverse rey...He visto el barro convertirse en vaso de usos noble...He visto mendigos alimentar familias”)…
Para mí basta solo el hecho de que seas hijo del Rey de reyes, para verte cual Príncipe...eres: nación santa... (¿viste? SI ERES SANTO) eres: pueblo (linaje) escogido...eres: real sacerdocio.
¿Sabes en que parte del cuerpo es más doloroso un tatuaje? En las palmas de las manos y aún allí te tiene esculpido tu Padre Eterno... ¿eso te dice algo del valor que tienes?, mi Padre te protege como a la niña de sus ojos...¿¡cómo tocarlas!? No puedes...automáticamente el párpado se cierra... ¿guardaría con tanto celo mi Rey algo sin ningún valor? ¿Se habrá equivocado el Dios del cielo? ¡¡¡¡CUAN ESPECIAL ERES!!!!
Pero osas insinuar... “no tengo ningún valor”... ¿10 créditos dijiste? Jajaja. Cuan craso error cometes...
Si queremos ponernos un valor aquí en este mundo...realmente no valemos nada...pero no somos de este mundo...somos solo embajadores del cielo...en la tierra...nuestros mayores tesoros, están en el cielo...
Tu mayor fortuna es Jesucristo en ti...cuán rico eres, ángel de las montañas, si ya lo haz aceptado...
Tu mayor riqueza...son tus dones...que aunque dices que son pocos... ¿acaso los haz enterrado?...tu sabes de que hablo...
¿Temor? ¿A eso le temes? ¿No sabes que “el perfecto amor hecha fuera el temor”?
No soy tuya...ni eres mío...pero ambos somos del Señor...Él, es nuestro dueño.
Somos tan humanos...que no entendemos...que los pensamientos de Dios, ni se acercan a nuestros pensamientos...ni sus caminos a nuestros caminos.
...Si no fuera por ese abrazo...
Gracias Dios mío y Padre mío...por ese abrazo, que le diste a mi ángel a través de aquellas manos...
Sólo en ese abrazo, pudo sentir...cuán valiosa era su vida...
Solo mi Cristo porque vi tus manos...abrazando a ese ángel confundido...le escribo estas líneas para que entienda, lo que costó para ti...(sólo tu vida)...lo que costó para tu Padre...(sólo su Hijo)...
Yo no tengo riquezas materiales, solo una casa (prestada) donde protegerme de la lluvia, cama para dormir y cobijarme...
Muchas noches, por mucho tiempo...ni para comer tenía...solo 30 días tengo con un sueldo fijo, después de varios años...y solo Dios sabe ¡cómo me sustentó!...Él es mi mayor y principal proveedor... no dependo de sueldos ni salarios... nada más inestable que eso...
Hoy comienzo de nuevo (“una vez más”), traigo también mis manos “vacías”, que me parece lo mejor en estos casos... para así poder llenarlas con las tuyas... si se da el asunto...
Si las tuvieras llenas ¿que podría yo darte? ¿Y si tu cargadas las trajeras? ¿Cómo abrazarme?
Si quieres llenarlas que te las llené Dios, con fe y paciencia, paz y amor.
Yo no sé si tu ERES o yo SOY...
La verdad es que no quiero preocuparme...
Hoy quiero ser, solo aquel ángel, que Dios utiliza para enseñarte, que el valor que tienes es exorbitante...
Hoy solo quiero que seas ese ángel, que mi Padre use para sanarme, de algunas heridas que aún andan sangrantes...
Si después de eso aún somos amigos, que avance tan grande habremos cumplido. Para todo hay tiempo mi desconocido...tiempo de conocer...tiempo de hablar...tiempo de amistad, tiempo de amar...
Tú y yo juntos vamos a aprender a despojarnos de todos esos temores y limpiarnos de tantos engaños. Aprenderemos a creer y a empezar de nuevo... sea o no, el uno con el otro. Y lo que más aprenderemos es que en Dios no hay casualidades sino causalidades y propósitos... ya averiguaremos cual es el nuestro... no te desesperes...