La
tinta en mi pluma se había ya secado
Los
trazos de mi lienzo había deshecho
Agotada
de tantas simplezas.
Y
arribaste…sin ser invitado, por error.
Desde
lejos atravesando mares y tierra
Y
como un niño curioso y travieso
Hurgaste
entre mis sueños.
Y
sacaste a relucir todos mis recuerdos
Y
loaste los surcos de mis letras
Diseñando
en mi sonrisas nuevas.
Me
volviste a mi niñez ya olvidada.
Reí
primero, lloré despues y… agradecí
Te
parecieran tan nobles mis palabras.
Quizás
porque al igual que yo
Estas
remendando tu corazón de a poco
Por
eso te agradó pasearte a través de ellas.
Sentiste
mis lágrimas en tus mejillas
Y
mis deseos velados en tus entrañas,
Mis
ansiedades reconciliaste contigo.
Y
lograste entrar a mi corazón
Y
dejaste para siempre allí tu huella.