18/9/13

Amor y sacrificio

Por Edelly J.


Allí está ella una vez más, rodeada de silencios y de soledades; una vez más, pensándolo a gritos.
Allí lo espera, reposada; a que se pregunte, a que se dé cuenta de que existe.
Pero no, no hay respuestas, no hay siquiera objeciones.
No hay nada, solo un estruendoso silencio y sonidos mudos, que aunque salen, no pueden escucharse.
Allí está ella a su lado, mientras el huye, amedrentado por el deseo que tiene de aferrarse a él.
No quiere tocarla, ni sentirla, ni siquiera quiere verla a los ojos, porque sabe que sus pupilas delatarían su indiferencia.
Él está allí también, aunque su mente, su deseo, su amor, hace rato se ha mudado.
De ella, sale un lamento austero, ante la intrepidez de amarlo tanto, sabiendo que ya no era retribuida.
Su amor, se había agotado, extinguido, durante el transcurrir del tiempo y hace mucho, ella se había dado cuenta.
Pero guardó silencio para ver si podía retenerlo solo con su amor, pero fue inútil, sentía como se escapaba irremediablemente, como agua entre sus dedos.
Ella solo sentía su cuerpo desapareciendo ante sus manos y su boca abandonando sus besos, es su mente dispersar ante sus suplicas silentes.
Ella está allí, desecha, sin que él se dé cuenta, sin que lo sienta, sin que lo vea, porque no le afecta, nunca lo ha inquietado.
Y sigue allí, como siempre, vacía, desierta, deshabitada, abandonada, desértica y solitaria, como la luna en la inmensidad del cielo, rodeada de estrellas, pero íngrima…así como ella esperando a que él vuelva a quererla.
Y es esa pretensión oculta, la que la hace sufrir en completa mudez, esperando que un día, él, se dé cuenta de que la fue dejando hecha despojos en el camino,  ella espera a que él se de vuelta y encuentre sus ojos tristes, llenos de melancolía, esperando su regreso.
Pero cada día esa posibilidad se hace remota. Lejana como el sol de la luna, que nunca podrán coincidir.
Ella luna y el sol, habitando en rincones y lapsos discordantes, sin posibilidad de que en un punto intermedio puedan hallarse.
Cuando el amor se acaba, no hay costumbre que pueda aguantar la compañía impuesta, pues cansa, asquea, aburre, molesta, enoja, incomoda y enfada.
Hoy allí en silencio ella piensa despejar la puerta en donde ha estado, para no dejarlo irse.
Hoy con eufemismo, ella ha decidido darle la libertad.
Hoy, ella empaca y se va…para siempre…quiere verlo sonreír, quiere verlo vivir…si…porque aunque él respira…estando a su lado ha dejado de existir.
No tuvo las fuerzas para verlo a la cara, no tuvo el valor para enfrentar sus demandas, él jamás sabría, que ella se había dado cuenta, que el por ella ya no sentía amor.
Solo una pequeña y fría nota, nada más, solo eso dejó.

“Me voy amor y ya no vuelvo, se feliz, así como lo seré yo. Ya no te amo…y por eso me marcho…para poder averiguar mi camino, para poder  descubrir un nuevo amor”

Y así huyó de su amor, en silencio, así como transcurrió su vida, sin bullicios, sin escándalos, sin  desenfrenos.
Y ese día también murió en vida…ese día en que perdió las fuerzas y el valor para verlo a la cara y despedirse, ese día, dejó de respirar (aunque todavía deambulaba por la vida). La melancolía se apoderó de su ser, la llenó hasta los huesos, ya no era nada sin él.
Pero fue feliz por un momento.
Aquel instante en que oculta entre la gente lo escuchó reír nuevamente, de la mano de una mujer, mucho más joven que ella.
Sonrió a pesar de que las lágrimas inundaban sus mejillas, sonrió mientras se giraba para seguir su andar…su sacrificio había valido la pena…al fin él era feliz…
La enterraron a la mañana siguiente, era un día sereno, hermoso y cálido…como ella; allí entre árboles y flores; sin dolientes, ni lastimeros llantos, solo el canto de las aves, que se ocultaban tímidas en las espesuras de las arboledas.
Y así siguió sola y en silencio, en aquel sitio donde reposaba su cuerpo inerte, frío y mudo.
Sola e íngrima como la luna, a pesar de estar rodeada de estrellas…sola y en silencio.
Y el sol…jamás se dio cuenta…

21/04/2013
10:27 pm
 

Te elijo a ti

Por Edelly J.




Difícil se me ha puesta la vida desde que te conocí.
Mi dulce ángel que llegaste para hacerme sonreír,
tu retorno, iluminó mi triste alma desecha.
Me hiciste feliz, muy feliz en tan poco tiempo.

Fui feliz… pero tan brevemente, pues debo soltar
 lo que me hace sonreír y estar alegre.
Para no pecar contra Aquel que entregó a su hijo por mí.
Dura es esta prueba para poder soportarla, me pregunto:
¿Hasta cuándo he de sufrir? ¿Hasta cuándo he de llorar?
¿Hasta Cuándo he de perder?
No puedo, no, no quiero hacerlo…abandonar una vez más…

¿Por qué no me hiciste ángel en vez de humana?
¿O ave o mar o roca?
Para que así, este mi cuerpo mortal y pecador,
no quisiera avanzar cuando debe detenerse…
Debo escapar, huir, correr; para así poder mi alma preservar.
Si ésta vez me desplomo, ella perece.

¡Oh mi Dios que lo sabes todo! ¿Acaso no sabías que iba a desearle?
No hubiese sido más fácil (digo, para mí, claro está)
No haber visto esos ojos y más aún no haber besado esa boca
que es causante de este mi dolor por no poder tenerla?
¡Oh!, ¡Manos insensatas que tuvieron la osadía de acariciar su rostro,
haciendo cerrar esos ojos, con su dulce tacto!

Pérdida estoy y sin salida, pues me atrapó su aliento,
Cruel recuerdo de ése beso robado, que se convirtió en regalo cuando mis ojos cerré.
Cruel destino el mío…ya que una vez quise… pero no me quisieron
Una vez me quisieron, pero yo no quise.
Y ahora se turba mi alma porque cuando quiero y me quieren
Ese amor llega tantos años tarde o quizás antes, de lo que debió haber llegado.

Dime Dios que tan bueno eres y me amas tanto que a tu hijo diste por mí,
¿Por qué me pones en éste dilema de escoger entre Tú amor y su amor?
¿No sabes tú, que sin ti, yo me muero y llego a ser como la nada?
¿Y sin él mi alma desfallece en soledad y tristeza?

Nadie más que Tú me conoces, ¿A dónde huiré de ti?
No hay lugar en donde tus ojos no se posen,
ni corazón que tu pensamiento no traspase.
Pobre de mí, ser tan humano, tan mortal, tan insignificante sin ti.
Dime ¿Cómo hago para no elegirte a ti, mi Dios tan amado?
Si el sacrificio que me diste es imposible de superar.
¿Cómo compite ese pobre mortal con Ser tan Supremo?
Su batalla de una vez está perdida.
Imposible debatir o contender, pues Tú lo sabes todo, ya antes que pase.
Te elijo a ti, Padre…te elijo a ti.

¿Cómo podría no darte esto que me pides?
Allí está, te lo entrego, sobre rocas lo coloco
y lo baño con el aceite de mis lágrimas, como libación a ti.
Te sacrifico mi amor, mi risa, mi deseo.
Allí está ante ti. 

Tómalo y has que descienda fuego del cielo y lo consuma
Y que a su vez ese mismo fuego me consuma a mí.
Hasta no sentir deseos de esa boca, de ese amor.
De esa vida que llegó a la mía demasiado tarde o demasiado pronto, quizás,
Para poder ser agradables a ti.

 Porque prefiero perderlo todo, antes que por no poder contenerme, pueda yo perderte a ti


23/1/13

Migajas

Por Edelly J.



¿Qué tiene el piso donde ofreces tus migajas?
¿Que tontamente en hinojos me doblegas?
¿O los despojos de amor que con desdén me legas?
Como si fuera un festín que con tus manos ajas.

¿Por qué persisto en sojuzgar mi arrojo,
para esclavizarme a esta pasión incierta?
Que solo a mi corazón deja en despojos
Transitando la vida como si estuviera muerta

Y ando por allí con este fatal encantamiento
Como si ese amor provisto en tasadas migajas
Fueran viandas repletas del manjar más suculento
Cuando a sucumbir de  amor sin piedad me rebajas

Aquí concluye este padecimiento y tanta inclemencia
Hoy purifico mi conciencia con mucha entereza
Me harté de arrastrarme, ya no opongo resistencia
Hoy me lavo la cara y feliz, me siento a la mesa.

 

6/1/13

Me gusta

Por Edelly J.

Me gusta pensar que me piensas

Me gusta creer que me amas

Porque el pensar así, me da fuerzas

Porque al creer que me amas me alientas.


Me gusta imaginar que me besas

Me gusta al cerrar mis ojos, buscarte

Porque al imaginar tus besos te siento

Porque al cerrar mis ojos puedo encontrarte.


Por eso amor regálame una sonrisa,

que traiga en vez de lazo, un gran beso

Por eso amor regálame una mirada

que extraiga de mi todo este peso.


De tantas cosas, que de ti me gustan

pero que aún yo no tengo.



Chico Guapo

Por Edelly J.

¿Cuántas veces no quiso que la amaras?
Pero esa pretensión le fue arrebatada aún antes de concebirse en su lucidez.
Fue solo una ilusión, un delirio, una fugaz utopía, de su aventurero corazón.
Que fue tan imposible de poder tomar entre esas manos, era como querer tocar el sol sin calcinarse entre sus implacables brasas.
Pero la culpable de ese arrebato en ella, fue aquella sonrisa que advirtió extasiada desde aquel lugar en donde desde sus deslumbramientos te esperaban.
Si…esa sonrisa tan amplia, tan blanca y tan tuya…
…ella y nadie más, ella, es la culpable de ese amor que quisiera trasplantar en ti…
…ella, sí, ella y esa boca tuya que la subyuga con su encanto.
¿Por qué esa misma boca que atrajo hacia ella tu atención, no le concede la gracia de que te enamores perdidamente?
¿O es acaso una invocación tan inverosímil como para ser otorgada?
Te escapas aún delante de sus ojos para verte a hurtadillas con doncellas que jamás te amarán con la misma intensidad.
Te rodea de ellas, para sentirte deseado y así poder profesar que eres capaz de despertar en tan desventurados brazos, lo que hace tiempo has incitado en ella.
Pero te es etérea, ya que tus sentidos, no pueden distinguirla entre tantas sonrisas que te envuelven, entre tantas voces que te llaman.
La angustia la abruma, la tristeza la apresa, pero ni aún sus esfuerzos más bizarros, logran disipar esas lágrimas amargas.
Quisiera entre sus sollozos poder atravesar tu implacable indiferencia y fundarse decidida frente a ti, para decirte que sin ella estás perdido, que es a ella a quien buscas con desesperación entre tus sueños…pero no puede, se acobarda.
 Porque simplemente tú ambicionas, juventud, belleza y delgadez;
Tres virtudes que hace tiempo desertaron sin aspavientos de su vida.
¿Acaso ignoras tú, chico guapo, que esa belleza que hoy aflora en tu piel, mañana también desistirá de ti?
Si, al igual que la de todas las doncellas con que te rodearás hoy y mañana y pasado…
¿Cuándo aprenderás a encontrar los tesoros velados en tu corazón?
Pero conociendo que el amor se concede abiertamente a quien lo busca y que sin recelo por doquier ella lo ha buscado, es posible que entre la bruma de su desilusión, él logre encontrarla para dibujar en esa apacible cara, desgastada por la añoranza y llena de arrugas en torno a sus ojos por la usanza de tantos años, la risa tan celosamente anhelada.
Porque al amor, poco le importa, si se es joven o viejo, si se es delgado o pesado, alto o bajo, moreno o rubio, hermoso o poco agraciado, para conferirse a quien le busca.
El amor no necesitas de ojos para mirar la hermosura de las personas, porque para el la belleza está en el ser mismo, en su esencia y no  en la superficialidad de la piel, que poco dura en el tiempo; él se fija en lo que permanece y en lo que se eterniza. Porque el amor es eterno en el espacio y va mas allá de los surcos que dejan los años en el rostro, y en el cuerpo ya no tan firme y esbelto.
Eso es el amor.
Quizás por eso, para ella eres un chico guapo…
…a pesar de no ser tan chico, ni tampoco tan gallardo…
 Es solo que el amor que le llena te idealiza, te cubre, te perdona y se calla…

30/12/2012
2:56 pm