Por Edelly J.
Hoy un descuido, me dejó sin efectivo para regresar a casa, hice el comentario a mi amiga Les, (por el Messenger), riendo de mi gallardía de venir a trabajar, sin tener manera de volver, pero ella además de acompañarme en mi risa, preguntó con parquedad “¿A qué hora sales?” a lo cual contesté con desinterés “a las 3 y 40 pm”, mientras continuaba riendo. Y la respuesta que recibí de su parte fue “Yo te paso buscando”...
Ella es Lesbia... solidaria, traslúcida, franca, sencilla; ella es a la que concedo sin miedos mis afectos, mis confianzas y mis secretos más guardados.
Es mi mejor amiga, posiblemente la única que tengo (y no es que no tenga otras amigas, que sí las tengo, pero no son “la mejor”).
Es que más que una amiga, la considero mi hermana; es posible que yo no sea su mejor amiga, pero ella es irrebatiblemente la mía. Y aunque no son muchos los años que tengo conociéndola, han sido mas que suficientes para que se ganara mi lealtad, mi confianza, mi apoyo categórico a toda prueba.
Físicamente ella es alta, “con dos muy buenas y voluptuosa razones”, una gran y cautivante sonrisa y unos ojazos color esmeralda. De carácter dócil y franco (aunque a veces explota si la hacen molestar), es entregada, constante, directa y fiel amiga.
Su casa, es amplia y clara debido a la gran cantidad de ventanas que posee enmarcadas en color blanco, en una esquina de la sala reina una chimenea que le obsequió su papá hace unos pocos años, de lo cual hace alarde orgullosa, cada vez que le preguntan por ella.
A pesar de tener un hermoso balcón lleno de agraciadas plantas y flores, con una hamaca enorme a cuadros que a lo lejos te coquetea, para que te acerques a ella; las tertulias siempre comienzan y terminan en el gran mesón de la cocina, que luce solemne con esas baldosas negras que hacen un juego perfecto con la decoración en rojo del resto de la cocina. Es a su alrededor en donde nos reunimos para contarnos nuestras penas, nuestras alegrías, los nuevos proyectos e ilusiones.
Aunque perdió a su mamá muy joven, aprendió de ella en el poco tiempo que la tuvo la excelencia de ser madre, mejorando los errores de antaño.
Pero mi amiga ha ido evolucionando con el pasar de los años y esos cambios me han impresionado para bien. Porque eso me dice que ella es muy buena escuchado nuestros consejos (porque además de oírlos, los pone en práctica).
Cuando la conocí hace nueve años atrás, el desorden reinaba en su hogar y era negligente y holgazana en su manera de vestir, recuerdo que se ponía los pantalones de su esposo y una enorme gorra escondía lo subversivo de su cabello; escondiendo de esta manera lo encantador de su figura.
Las persistentes alusiones que hacíamos al verla, la hacían muchas veces enojar, pero sabía muy en su interior que no lo hacíamos por mal.
Desde aquel entonces hasta hoy las cosas han mudado de aires; su casa ha cambiado mucho (y casi sincrónicamente, con los cambios que ha hecho ella en sí misma), ahora es mas desenvuelta y más femenina en el vestir, muestra sus virtudes sin vergüenza, se maquilla para resaltar sus hermosos ojos y suma a su belleza natural accesorios llamativos, exhibe su blancos y arreglados pies en bonitas sandalias que los ostentan presuntuosas.
¡Qué fastuosos cambios ha habido en la vida y en la casa de mi amiga! Su asombrado esposo casi no lo puede creer. Pero yo sí lo creo, porque ella solo sacó su belleza interior e hizo que se reflejara en su exterior. Ella se merecía a sí misma.
Mi amiga Les, ha sido en todo tiempo incondicional; en mi divorcio, en los conflictos con mis adolescentes hijos, en mis tristezas y en mis alegrías. Siempre ha permanecido a mi lado. En los momentos crueles, jamás fue necesario llamarla, pues me sostenía allí inmutable, ya sea para dar un abrazo oportuno, una palabra edificante de apoyo o un silencio apacible que me llenaba de paz, como si supiera lo que necesitaba en cada momento.
Me agrada estar de visita en su casa, que se llena de vida con el delicioso aroma que se esparce por toda la casa, cuando cocina; es tan generosa al servir en el plato la comida, que inevitablemente, debes dejar algo en el (que incontables veces pedimos para llevar sin vergüenza alguna).
Hoy amiga te dedico estás líneas, por ser el mejor apoyo que he tenido, por escucharme, por permanecer constante a mi lado.
Agradezco a Dios la oportunidad que me ha dado al conocerte, pues en ese caminar juntas, te he visto crecer, transformarte en la guapa mujer que eres hoy en día y aunque por fuera haz cambiado, por dentro permaneces inalterable, a pesar de que digas que las cosas cambian, tus cambios han sido para optimizarte y no para debilitarte.
Por eso te pido amiga que cuando las agruras de la vida, los afectos egoístas, los desencantos del corazón y los desafíos del destino te hagan una infame pasada; te autorizo a cortarte el cabello o cambiarlo de color, maquillarte o quitarte el maquillaje, incluso puedes volver a usar los pantalones de tu marido o cubrir tu cabello con aquella enorme gorra, si así lo quieres, puedes además dejar de limpiar, fregar y recoger tu casa, no me importa...pero jamás, jamás, nunca, nunca, cambies tu manera de ser y tratarme como mi mejor amiga, como si fueras mi hermana.
Te quiero mucho.
Ella es Lesbia... solidaria, traslúcida, franca, sencilla; ella es a la que concedo sin miedos mis afectos, mis confianzas y mis secretos más guardados.
Es mi mejor amiga, posiblemente la única que tengo (y no es que no tenga otras amigas, que sí las tengo, pero no son “la mejor”).
Es que más que una amiga, la considero mi hermana; es posible que yo no sea su mejor amiga, pero ella es irrebatiblemente la mía. Y aunque no son muchos los años que tengo conociéndola, han sido mas que suficientes para que se ganara mi lealtad, mi confianza, mi apoyo categórico a toda prueba.
Físicamente ella es alta, “con dos muy buenas y voluptuosa razones”, una gran y cautivante sonrisa y unos ojazos color esmeralda. De carácter dócil y franco (aunque a veces explota si la hacen molestar), es entregada, constante, directa y fiel amiga.
Su casa, es amplia y clara debido a la gran cantidad de ventanas que posee enmarcadas en color blanco, en una esquina de la sala reina una chimenea que le obsequió su papá hace unos pocos años, de lo cual hace alarde orgullosa, cada vez que le preguntan por ella.
A pesar de tener un hermoso balcón lleno de agraciadas plantas y flores, con una hamaca enorme a cuadros que a lo lejos te coquetea, para que te acerques a ella; las tertulias siempre comienzan y terminan en el gran mesón de la cocina, que luce solemne con esas baldosas negras que hacen un juego perfecto con la decoración en rojo del resto de la cocina. Es a su alrededor en donde nos reunimos para contarnos nuestras penas, nuestras alegrías, los nuevos proyectos e ilusiones.
Aunque perdió a su mamá muy joven, aprendió de ella en el poco tiempo que la tuvo la excelencia de ser madre, mejorando los errores de antaño.
Pero mi amiga ha ido evolucionando con el pasar de los años y esos cambios me han impresionado para bien. Porque eso me dice que ella es muy buena escuchado nuestros consejos (porque además de oírlos, los pone en práctica).
Cuando la conocí hace nueve años atrás, el desorden reinaba en su hogar y era negligente y holgazana en su manera de vestir, recuerdo que se ponía los pantalones de su esposo y una enorme gorra escondía lo subversivo de su cabello; escondiendo de esta manera lo encantador de su figura.
Las persistentes alusiones que hacíamos al verla, la hacían muchas veces enojar, pero sabía muy en su interior que no lo hacíamos por mal.
Desde aquel entonces hasta hoy las cosas han mudado de aires; su casa ha cambiado mucho (y casi sincrónicamente, con los cambios que ha hecho ella en sí misma), ahora es mas desenvuelta y más femenina en el vestir, muestra sus virtudes sin vergüenza, se maquilla para resaltar sus hermosos ojos y suma a su belleza natural accesorios llamativos, exhibe su blancos y arreglados pies en bonitas sandalias que los ostentan presuntuosas.
¡Qué fastuosos cambios ha habido en la vida y en la casa de mi amiga! Su asombrado esposo casi no lo puede creer. Pero yo sí lo creo, porque ella solo sacó su belleza interior e hizo que se reflejara en su exterior. Ella se merecía a sí misma.
Mi amiga Les, ha sido en todo tiempo incondicional; en mi divorcio, en los conflictos con mis adolescentes hijos, en mis tristezas y en mis alegrías. Siempre ha permanecido a mi lado. En los momentos crueles, jamás fue necesario llamarla, pues me sostenía allí inmutable, ya sea para dar un abrazo oportuno, una palabra edificante de apoyo o un silencio apacible que me llenaba de paz, como si supiera lo que necesitaba en cada momento.
Me agrada estar de visita en su casa, que se llena de vida con el delicioso aroma que se esparce por toda la casa, cuando cocina; es tan generosa al servir en el plato la comida, que inevitablemente, debes dejar algo en el (que incontables veces pedimos para llevar sin vergüenza alguna).
Hoy amiga te dedico estás líneas, por ser el mejor apoyo que he tenido, por escucharme, por permanecer constante a mi lado.
Agradezco a Dios la oportunidad que me ha dado al conocerte, pues en ese caminar juntas, te he visto crecer, transformarte en la guapa mujer que eres hoy en día y aunque por fuera haz cambiado, por dentro permaneces inalterable, a pesar de que digas que las cosas cambian, tus cambios han sido para optimizarte y no para debilitarte.
Por eso te pido amiga que cuando las agruras de la vida, los afectos egoístas, los desencantos del corazón y los desafíos del destino te hagan una infame pasada; te autorizo a cortarte el cabello o cambiarlo de color, maquillarte o quitarte el maquillaje, incluso puedes volver a usar los pantalones de tu marido o cubrir tu cabello con aquella enorme gorra, si así lo quieres, puedes además dejar de limpiar, fregar y recoger tu casa, no me importa...pero jamás, jamás, nunca, nunca, cambies tu manera de ser y tratarme como mi mejor amiga, como si fueras mi hermana.
Te quiero mucho.
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RESPUESTA DE LESBIA
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!! Te doy gracias por considerarme tu amiga, y mas que tu amiga tu hermana.
Sabes Edelly la vida a veces nos juega malas pasadas, le entregamos nuestra amistad a quien no la desea ni merece y se encarga de opacarla, y apagarla sin el mas mínimo remordimiento....
Yo pensaba que jamas iba tener una buena amiga, pensé que quizas era yo quien había perdido la capacidad de entregar ese bello sentimiento que es el amor fraternal; pero gracias a Dios me equivoqué.... Hoy sé con propiedad de palabra, que la amistad (el sentimiento) la pueden opacar, maltratar, quebrantar y hasta apagar, pero no por completo.
Hoy también puedo decir que tengo amigas, amigas especiales y amigas super especiales, y tengo amigas tan buenas que puedo considerarlas mis hermanas.
Te doy las gracias amiga por ser mi amiga, y mas que mi amiga mi hermana, y también te agradezco porque gracias a ti (y a yogle) he podido descubrir que si puedo tener amigas, y mas que eso que puedo confiar en ellas.
Tengo que decirte que te considero mi hermana, Dios no permitió que nacieras de mis padres, pero me premió por permitirme contar con tu amistad.
Sabes que puedes contar conmigo hasta cuando ya ni contar pudieras.
Te quiero un mundo amiga. (y no llores mas, porque tu si eres mi mejor amiga!!!!!) pdt. ESTAS AUTORIZADA A PUBLICAR ESAS PALABRAS TAN LINDAS (ah!!! publica también mi correo, tu sabes, para los admiradores. con tantas flores me van a llover!!!!!!)
CHAO AMIGA....... HABLAMOS MAÑANA. MISMA HORA, MISMO CANAL. JAJAJAJAJAJAJA
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